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Es natural que cuando se debaten aspiraciones salga del grupo que participa una debilidad, producto del análisis colectivo sobre cuál o cuáles son los más aptos para el cargo a ocupar. En nuestro caso, el PSUV, en este III Congreso las postulaciones a delegados celebradas este domingo el partido ha debido salir fortalecido y no debilitado porque es propio de sus principios éticos la solidaridad entre camaradas y sobre todo los principios democráticos expresados en nuestra constitución, vale decir entonces que a diferencia de la derecha y sus pequeños partidos, en el nuestro hasta los procesos internos son absolutamente democráticos.
No es poca cosa que sea en las bases del pueblo chavista donde se centre la discusión del programa de Revolución para las próximas décadas, se discute el ámbito internacional y los aportes que puedan hacerse en el ámbito organizativo.
En cambio, en el partido del terrorismo aurinegro hace poco intentaron hacer una consulta interna que resultó ser un fracaso por ser la expresión contraria de lo nuestro. A pesar que no son democráticos el error que más pesa en un partido político es no tener un programa político que además sea público. No basta con las ideas sueltas de inconformidad y resentimiento de Capriles Radonsky, hace falta mucho más que odio a la izquierda y a todo lo que sea expresión del Gobierno Nacional; falta reflexión sobre su papel ambiguo en la MUD y en la política de oposición en el país, y no dejar de dar aportes desde sus posturas, sobre la transformación de nuestras realidades sociales. Es imposible pedir tanto a esa tolda.
Ávidos de programa político, diferencias partidistas acentuadas en la derecha resulta en varias cosas que van en detrimento de sus intentos de ser la fuerza hegemónica: primero están desunidos a lo interno a lo externo en lo que contradice la figura MUD como instancia de consensos, segundo su pocas propuestas se manifiestan de la forma más atroz donde ocupan cargos de Gobierno o de diputados. Los que son gobernadores o alcaldes han sumido sus electores en un estado de desgobierno pleno y les ha costado trabajar con el Gobierno central, sus diputados han tenido actuaciones dudosas moralmente, algunos son manifiestos corruptos y antipatria, por último sus otros actores que recientemente estaban en la mesa de diálogo se han levantado dándole una patada a la mesa, pretendían pactos y ya se había dicho que de eso no se trataba el llamado insistente, durante 2 meses, del presidente Nicolás Maduro a dialogar sobre los conflictos políticos recientes, producto de la actitud irresponsable al servir de titiriteros de los hechos violentos registrados recientemente en el país para dar el golpe de Estado. Visto y confeso que el ala más radical de ese equipo está inmerso en planes de magnicidio.
Lo que los debilita es su ambivalencia y desunión, lo que nos fortalece es nuestra unidad y liderazgos colectivos con expresiones locales y nacionales, y sobre todo el reconocimiento del alto mando político de la Revolución, el liderazgo Nacional del presidente Nicolás Maduro Moros como nuestro guía.
Jhonathan Sánchez
@jhonathansanche
