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Que desgracia y tormento vivimos los habitantes del estado Miranda y del municipio Sucre en particular. Nos toca “disfrutar”de primera mano, el proceso de “maravillización” en los servicios públicos, que solo existe en las engañosas ofertas electorales de la derecha amarilla. La verdad es que en sus espacios de poder, no hay nada de tacitas de plata ni sucursales del cielo. La dupla conformada por Capriles Radonsky y Carlos Ocariz, nos brindan diariamente una nefasta muestra de cómo sería de infame nuestras vidas, en el horripilante caso de que lograran tomar por asalto el poder público nacional.
Son las peores autoridades que han pasado por estos espacios de poder, que son de gran importancia estratégica por su densidad poblacional y su complejidad territorial. Inocuos, irreverentes, insulsos, anodinos, así son estas autoridades de Primero Justicia. El gobernador y el alcalde son invisibles para el pueblo. Nadie los ha visto en la mayoría de barrios, zonas populares y comunidades rurales del estado y del municipio. Son las autoridades YoNoFui, los fantasmas, “gasparines”, si se me permite el término. Nada es con ellos, nada les estremece, nada les incumbe, nada les atañe. Ningún problema los estimula a incorporarse y liderar soluciones.No pasan ni van más allá del “queso rayao”, de distribuir moneditas o pichaches, que es la forma como la tecnoburocracia amarilla divide y divide el presupuesto; entregando míseros e insignificantes recursos a las comunidades, sin ninguna pertinencia y sin ningún impacto real en la solución de los problemas de la gente. Según ellos, para los pobres no hay soluciones estructurales. Así está escrito en el Manual Neoliberal, Estado Mínimo, y que el pueblo resuelva como pueda.
Ya no se sorprenden los mirandinos con la olímpica forma de escurrir el bulto o excusarse de sus responsabilidades que tienen los políticos gobernantes de la derecha amarilla. La gente los conoce bien y a pesar de que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela les otorga a estas autoridades competencias irrenunciables en materia policial, de organización de los servicios públicos, vialidad, tránsito, agua potable, alcantarillado, salubridad, aseo urbano, etc., nadie les conoce ninguna obra importante, trascendental, nada de nada. Sin embargo, los mirandinos si conocemos la vida sibarita, light, conspiradora y golpista de esta gente. Ellos seguro se tapan las narices cuando pasan de largo frente a las montañas de basura y a la crisis ambiental que ellos mismos generaron en Miranda. Son cínicos, indolentes e irresponsables al someter al pueblo al abandono y la desidia.
Crisis de la basura en Petare
El alcalde Ocariz tiene 5 años frente a la alcaldía del Municipio Sucre. Leyó bien, 5 años. Aún así, ante la grave crisis ambiental y sanitaria que vive el municipio por el deplorable manejo en la recolección de los desechos sólidos, el alcalde cuenta con una retahíla de excusas y YoNoFui, que ya avergüenza hasta a lo más estirado de la rancia derecha urbana que vive en el extremo este del municipio y que ciegamente ha votado dos veces por este nefasto alcalde; pero que ahora ha empezado a manifestar su enojo por las “pequeñas molestias” causadas por las enormes montañas de basura, los gusanos, las moscas, las alimañas (no hablo del alcalde), los lixiviados y malos olores que inundan y emanan permanentemente de todo el municipio. La basura le creció al alcalde, pero él, cantinflericamente, solo puede balbucear excusas y más excusas.
El irresponsable alcalde Ocariz aumentó desproporcionalmente las tarifas del aseo urbano, rescindió súbita e irresponsablemente el contrato a la empresa recolectora de basura y es el único responsable por contratar a ocho supuestas empresas sin experiencia y sin capacidad para el abordaje de este complicado municipio. El resultado de las sesudas acciones de este “gerente”, es que ahora sus vecinos viven en la inmundicia, por la crisis de recolección de basura más severa en la historia del municipio. Ocariz ha convertido al municipio Sucre en el mayor chiquero de Venezuela. Felicitaciones al alcalde, se ganó el “cochinito de oro”.
El vergonzoso caso de los trabajadores de Sabenpe
Para el alcalde Ocariz, las nociones de humanidad y de sensibilidad son ajenas a su espíritu y a su formación política.La solidaridad y la justicia social son términos que no son inherentes a las prácticas de la derecha. La condición humana no se puede comprar ni alquilar (como a los neoliberales les gustaría), y su carencia no se puede ocultar ante la opinión pública.
La actuación y posición del alcalde con respecto a los trabajadores de Sabenpe es vergonzosa y violatoria de los más elementales derechos laborales y humanos. El alcalde Ocariz debe entender que los 450 trabajadores de Sabenpe no son una basura que pueda botar y desechar impunemente. Sus uniformes e implementos dicen “Alcaldía del Municipio Sucre, por buen camino” por los cuatro costados; estos dignos trabajadores recogieron la basura (en nombre suyo alcalde) por cinco años, bajo la práctica neoliberal de tercerizados (o como a ustedes los yuppies les gusta denominar al perverso mecanismo de desconocimiento y evasión de los derechos laborales, y a la cual llaman gozosamente política de flexibilización laboral). No puede lavarse las manos. Los trabajadores solo reclaman el pago de sus prestaciones sociales. Son sus derechos laborales y usted es corresponsable junto al patrono (subcontratado por usted) de la violación flagrante al reconocimiento y pago oportuno de todas las deudas laborales acumuladas.
Por otro lado, el alcalde,como es su costumbre, escurrió piratamente el bulto al señalar que la crisis en la recolección de la basura es por el cierre de la planta de transferencia de “Julián Blanco”y que éste era un problema del gobierno nacional. Dijo descaradamente que AHORA existe “peligro ambiental”, ya que se genera gas metano y malos los olores. Es insólito e indignante que luego de 5 años como alcalde (o será como turista) este alcalde no reconozca (se acuerde o sepa) que durante toda su gestión han bajado por la Carretera Vieja Petare-Santa Lucia ríos de putrefactos y peligrosos lixiviados, que han existido por años inmensas montañas de basura e insoportables olores, todo por su negligente actuación en el manejo inadecuado de esta planta. Los vecinos de “Julián Blanco” han convivido con estoica paciencia con todo tipo de roedores, alimañas y enfermedades, que por cierto, usted nunca ha atendido. El alcalde “gasparín” reconoce penosa y tardíamente que desconoce la realidad de su propio municipio.
La actual gestión del alcalde Ocariz ha pauperizado la calidad de vida de todos los habitantes del municipio. La desgracia atañe por igual a la clase media, a los barrios populares, a las escuelas y hospitales y al sector industrial y comercial.
Hasta Enrique Mendoza en su momento se ocupó de la clase media, pero esta gente de Primero Justicia, ocupada en conspirar y tumbar gobiernos, solo desprecia y maltrata hasta a sus votantes más duros. Este es el “Camino Mejor” que propone Primero Justicia, repartir democráticamente el chiquero a todos por igual. Esta derecha no aprenderá nunca a respetar al pueblo.
Richard Canan
Sociólogo
@richardcanan
