Análisis / Juventud / Poder Popular

9.Dic.2015 / 12:24 pm / Haga un comentario

Los alcaldes son las autoridades más cercanas a la gente. Sus tareas implican resolver y atender los problemas más inmediatos de las comunidades y tienen que prestar y operar servicios básicos fundamentales para la vida cotidiana.

En nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se establece claramente cuáles son las competencias de los municipios. Así en el artículo 178 se establece que: “Son de la competencia del Municipio… la ordenación y promoción del desarrollo económico y social, la dotación y prestación de los servicios públicos domiciliarios, la aplicación de la política referente a la materia inquilinaria con criterios de equidad, justicia y contenido de interés social, de conformidad con la delegación prevista en la ley que rige la materia, la promoción de la participación, y el mejoramiento, en general, de las condiciones de vida de la comunidad, en las siguientes áreas:

  1. Ordenación territorial y urbanística; patrimonio histórico; vivienda de interés social; turismo local; parques y jardines, plazas, balnearios y otros sitios de recreación; arquitectura civil, nomenclatura y ornato público.
  2. Vialidad urbana; circulación y ordenación del tránsito de vehículos y personas en las vías municipales; servicios de transporte público urbano de pasajeros y pasajeras.
  3. Espectáculos públicos y publicidad comercial, en cuanto concierne a los intereses y fines específicos municipales.
  4. Protección del ambiente y cooperación con el saneamiento ambiental; aseo urbano y domiciliario, comprendidos los servicios de limpieza, de recolección y tratamiento de residuos y protección civil.
  5. Salubridad y atención primaria en salud, servicios de protección a la primera y segunda infancia, a la adolescencia y a la tercera edad; educación preescolar, servicios de integración familiar de la persona con discapacidad al desarrollo comunitario, actividades e instalaciones culturales y deportivas; servicios de prevención y protección, vigilancia y control de los bienes y las actividades relativas a las materias de la competencia municipal.
  6. Servicio de agua potable, electricidad y gas doméstico, alcantarillado, canalización y disposición de aguas servidas; cementerios y servicios funerarios.
  7. Justicia de paz, prevención y protección vecinal y servicios de policía municipal, conforme a la legislación nacional aplicable.

En el caso de las competencias para el manejo de los desechos sólidos, es responsabilidad del municipio prestar el servicio de recolección de basura, ya sea de manera directa o a través de concesiones. Este servicio se financia, principalmente, mediante el cobro de importes y tarifas a los usuarios residenciales, comerciales e industriales.

Realizar labores de saneamiento ambiental es un proceso complejo y altamente tecnificado y profesional. No permite improvisaciones. Requiere de la presencia constante de maquinarias y personal humano que deben actuar y desplegarse de manera coordinada y planificada sobre el complejo territorio urbano. Igualmente, el proceso de recolección incluye recibir y procesar material solido o semisólido (cartón, aluminio, plástico, etc.), materia orgánica (alimentos), desechos industriales y químicos provenientes de comercios, fábricas u hospitales. Muchas veces el servicio incluye la recolección de escombros y material vegetal (arboles, troncos, ramas).

Para la eficiente recolección de los desechos sólidos se debe contar con suficientes equipos de cuadrilleros para la limpieza de las calles, flota de camiones y maquinaria pesada para la recolección, las 24 horas del día, de todo tipo de bolsas sueltas o desechos dispuestos en contenedores. Luego, toda esta basura es enviada a los rellenos sanitarios alrededor de la ciudad.

Estamos todavía muy lejos de tener un adecuado sistema de reciclaje (aluminio, hierro, cobre, vidrio, plástico), elementos de los más contaminantes para el medio ambiente que siempre terminan en calles, quebradas y ríos.

En informe de la Organización Panamericana de la Salud (Informe de la Evaluación Regional del Manejo de Residuos Sólidos Urbanos en América Latina y el Caribe 2010), alertan que “El manejo inadecuado de los residuos sólidos produce múltiples impactos negativos sobre la salud de las personas y el medio ambiente. Los residuos no recolectados o no dispuestos finalmente de una forma sanitariamente adecuada pueden ocasionar un aumento en el número de casos registrados de enfermedades como dengue, leptospirosis, distintos trastornos gastrointestinales, dificultades respiratorias e infecciones dérmicas, efectos que son amplificados cuando la población carece de servicios de saneamiento básicos. Dichos cuadros provocan, a su vez, frecuentes procesos diarreicos y parasitarios que pueden converger en episodios de desnutrición infantil”. La adecuada y oportuna recolección de los desechos sólidos es un asunto prioritario de salud pública.

 La basura, el Everest de Ocariz

En el caso del municipio Sucre de Petare, el proceso de recolección y manejo de los desechos sólidos se ha convertido en todo un pandemónium. Las nefastas políticas del alcalde Ocariz (con seis años al frente del municipio) han convertido a Petare en el mayor chiquero del país.

Este alcalde ha hecho de todo para dañar el servicio, cambió las empresas operadoras por unas nuevas sin experiencia ni capacidad técnica; no ha adquirido nuevos camiones ni maquinaria para modernizar y ampliar la destartalada flota existente; no ha colocado contenedores y papeleras en lugares estratégicos; no ha aumentado la frecuencia de recolección en los lugares de mayor disposición; y despidió a gran parte de los cuadrilleros y recolectores de los zonas urbanas. Sin embargo, sí se esmeró de manera eficiente en aumentar desproporcionalmente las tarifas que deben cancelar los vecinos y comerciantes en cada parroquia. Todo un abuso y descaro ante un pésimo servicio.

El resultado son montañas y montañas de basura que compiten, pestilentemente, con la belleza y majestuosidad de nuestro Waraira Repano. No se puede ser más indolente y nefasto en una gestión que tiene a los petareños viviendo en el Monte Everest, pero de basura, gusanos y alimañas.

Esta “genialidad” de Ocariz (irresponsable, cínico e indolente), ha permitido a los petareños “crear” nuevos deportes extremos, como la escalada de basura o el trote acelerado entre alimañas.

A este nefasto alcalde no le importa para nada la salubridad de la gente. Este tema para nada está entre sus prioridades o la de sus colaboradores inmediatos. La situación de emergencia ya es crónica y de alta gravedad, obligando incluso al Tribunal Supremo de Justicia a solicitar a Ocariz que cumpla con sus obligaciones y competencias constitucionales. Que vergüenza.

A la basura de Ocariz le crecieron patas y anda deambulando libre y feliz por las calles. Este es el peor en la historia de Petare.

Richard Canan

Sociólogo

@richardcanan

 

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