Análisis
A bordo de un camión de gran capacidad y escoltada por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, la Piedra Kueka arribó al estado Bolívar proveniente del estado Anzoátegui. en víspera, había sido recibida en el puerto de Guanta, reseña AVN.
Esta piedra de jaspe semipreciosa fue extraída del Parque Nacional Canaima por el artista alemán Wolfang von Schwarzenfeld en 1998.
Refiere un reportaje publicado por Russia Today en agosto de 2016, que los indígenas pemón «consideran que la causa de los desastres naturales y el desequilibrio de la naturaleza se deben a la sustracción de este monumento natural de 30 toneladas».
«Para los pemones, las piedras son como seres protectores, espíritus tutelares, intermediarios, divinidades y, en el caso de Kueka, es como una madre, y cuando le falta esa madre, ocurren desgracias, calamidades, el pueblo se desubica, ahí pueden haber hasta tragedias», explica el antropólogo Esteban Emilio Mosonyi, autor -entre otros libros- del Manual de lenguas indígenas de Venezuela, refiere el antes mencionado reportaje.
Los amantes fueron perseguidos y su condena fue vivir abrazados eternamente, convertidos en piedra. Así se convirtieron en los ancestros de los indígenas pemón».
Para el presidente del Centro de la Diversidad Cultural de Venezuela, Benito Irady, citado por Russia Today «la postura del artista de desconocer el valor simbólico de Kueka no le resulta es sorpresiva: «Es lógico para un europeo no conocer los detalles de los mitos, las creencias y las costumbres de nuestros pueblos, que sólo las manejan quienes son practicantes y forman parte de esa cultura en el territorio».
Fragmento textual del reportaje original de Russia Today:
Los funcionarios del gobierno de Rafael Caldera fueron los que facilitaron la salida de ese bien patrimonial de la Gran Sabana en 1998, aún cuando las comunidades indígenas hicieron protestas en las vías para impedir el traslado, de acuerdo al testimonio del propio artista. No obstante, el Parque Nacional Canaima, donde estaba ubicada la piedra, había sido declarado patrimonio natural de la Humanidad en 1994. ¿El motivo? Sus tres millones de hectáreas cubiertas por tepuyes «con características biológicas únicas», refiere la Unesco, lo que implica que todo ese territorio está bajo salvaguarda especial.
Por otro lado, la Convención de 1970 de la Unesco establece los protocolos para impedir «la importación, exportación y la transferencia de propiedad ilícitas de los bienes culturales», una normativa que se promulgó para hacer frente a los robos que se incrementaron «permanentemente, tanto en los museos como en los sitios, especialmente en los países del Sur».
La declaratoria de la Unesco, la del IPC y la condición de Parque Nacional de Canaima, le otorgan a la piedra la valía de ser tres veces patrimonio: mundial, natural y cultural.
«El pueblo pemón -dice Irady- por supuesto que suma valores a la declaratoria de la Unesco por toda la fuerza que tiene una cultura ancestral. Es muy significativo, para quienes la conocen, de qué manera se relacionan a un paisaje cultural, que no se trata de sólo a los grandes monumentos naturales, sino de todo el significado de ese paisaje a través de los sentimientos, los rituales y los mitos (…) Eso nos da un ejemplo de cómo es tan importante para un Estado preservar un patrimonio y nos pone ante el asombro de qué pudo haber ocurrido cuando salió fuera de Venezuela».
Fuentes AVN y RT
Enlace original RT: https://actualidad.rt.com/actualidad/215053-piedra-kueka-venezuela-alemania