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Sin duda en este momento que vive Venezuela, donde la coyuntura política sigue apuntando a una confrontación de dos modelos: El modelo de la derecha capitalista y el modelo del Socialismo Bolivariano y Revolucionario. Esto sigue marcando la pauta, es por eso que podemos tomar como bandera la realización del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el cual está aportando un momento estelar en el desarrollo de las fuerzas revolucionarias.
En principio se consolida la construcción de la unidad de los Bolivarianos en torno a un programa político de transformación de la sociedad. Es válido resaltar la importancia de este elemento dado que, la Revolución en cada país tiene sus características, en Venezuela el proyecto de transformación es un plan específico en este momento donde no valen calcos ni copias, simplemente un proceso creador.
Avances de la Revolución.
Hemos observado un gran avance en torno a la discusión de hacia dónde debe apuntar la sociedad y la economía en esta transición hacia el Socialismo, buscando la manera de acoplar progresivamente la forma de gestión, la forma de organizarse y de responder a las exigencias de estos nuevos tiempos.
Es evidente como ha avanzado la comprensión de la naturaleza dialéctica en el proceso de construcción de Partido, decimos esto porque año tras año y en el devenir de esta compleja política en Venezuela los revolucionarios vamos aprendiendo, no solamente del legado teórico que dejó el Comandante Chávez sino también en la comprensión de la praxis cotidiana, en ese aprendizaje empírico que nos rodea que, aun cuando los temas estatutarios permiten dar referencias de los principios de cómo deben comportarse los revolucionarios, la realidad es que la organización es una forma de vida que agrupa diversos agentes sociales y políticos, por lo tanto es una realidad dinámica y en constante construcción que está sujeta a las leyes de la dialéctica.
Esto quiere decir que son momentos donde vamos a profundizar el tema de la formación política de los cuadros, el funcionamiento de las estructuras políticas con correctos métodos y estilos que son los que garantizan que nos podamos ver a los ojos, que las contradicciones que se debatan puedan ser constructivas, amalgamando en el devenir cotidiano y en la acción de los revolucionarios cualquier tipo de diferencias. Es momento entonces de garantizar la unidad, la organización y la resolución de los problemas que cotidianamente se presenten pero teniendo claro que hay que tener compromisos en el trabajo colectivo, lo cual nos lleva a los conceptos de disciplina, de centralismo democrático, de lealtad entre camaradas, que permitan que, existiendo un debate en un proceso en transición puedan siempre respetarse los acuerdos y el sentir de las mayorías.
Todo esto nos va a poder permitir que construyamos un partido sólido desde lo que es cotidiano, es decir, la actitud ética y consistente de los camaradas que nos permitan conformar instancias colectivas que funcionen periódicamente, con elevado nivel de debate, que estén comprometidas con la formación política y que sean permeables al sentir del pueblo. Visto así, la Revolución se convierte en un hecho de aprender de lo cotidiano, dándole constantes respuestas a los requerimientos de nuestro pueblo.
Uno de los elementos importantes de aprendizaje en este III Congreso es seguir cultivando la unidad indisoluble del PSUV con el pueblo, pero esa unidad no es por decreto ni consignas, es una unidad resistente en el territorio, es unidad en las aspiraciones, ser autocritico cuando falle nuestra acción o ser inquisitivo cuando falle la acción de Gobierno, pero definitivamente ser audaces en el empuje de propuestas que unifiquen al pueblo, de que con nuestra unidad Partido-Pueblo seamos gente movilizadores, personas que catalicemos la acción del pueblo en función de que territorio por territorio consolidemos espacios de paz, de construcción de Socialismo y espacios donde erradiquemos el enfoque capitalista que busca el concepto individualista.
Este evento del Congreso nos deja claro que el PSUV somos todos, que Chávez somos todos, que la construcción cotidiana desde cada UBCH, desde cada organismo, desde cada patrulla contribuye a la resolución de los problemas de la Revolución. No son momentos para sostener un discurso burocrático de asignar la responsabilidad de las direcciones políticas, cada miembro del PSUV pasa a tener responsabilidades importantes en lo cotidiano y eso impacta definitivamente en la construcción de los cuerpos globales y teóricos del partido.
Ahora bien, tenemos el reto de re politizar la acción de Gobierno, es decir, garantizar que la misma llegue al pueblo pero siendo vigilante de que a diario se cumpla con las metas del Socialismo, eso quiere decir que debemos tener un compromiso en acompañar la gestión del Gobierno Nacional, acompañar sus despliegues pero también estar muy pendientes al ajuste en la forma de funcionar, de atender y de comprender lo que las comunidades piden y requieren. El pueblo y el partido han aprendido de la visión estratégica de Chávez, tenemos que garantizar diariamente que la acción de Gobierno y las instituciones del Estado se acoplen a esa forma de funcionar.
Todo este esfuerzo teórico del partido nos permite reconocer el legado del Comandante Chávez y de la Revolución venezolana en el escenario internacional, el reciente encuentro de MERCOSUR con sus Presidentes y el avance en la construcción de ese puente de trabajo con el grupo de los BRICS, la consolidación de CARICOM, la CELAC y el ALBA son expresión de que hemos avanzado en la construcción de un mundo Multipolar, que hemos avanzado en la vía democrática y en la liberación de los pueblos para construir un nuevo orden mundial que respete la paz y que busque un orden económico solidario.
Ante todo este escenario, donde hemos llenado el morral de Chávez que cada uno de los militantes tiene con ese conjunto de aportes teóricos, de aprendizajes empíricos, de experiencia en la praxis cotidiana, podemos ver como en este III Congreso se han ido sumando y conjugando, es por eso que hoy en día nos antagonizamos en la acción política con la derecha venezolana. ¿Por qué? Sencillo, porque vemos como en su práctica de imponer ese discurso individualista, de mentir en su campaña mediática y de buscar el aislamiento de la Revolución, en contrapeso tenemos en su mismo seno la división, el colapso de sus cuadros, como su discurso político es inconsistente y definitivamente hay un proceso consolidado de resquebrajamiento de la estructura política de la derecha.
Son momentos en que debemos señalar y observar como este resquebrajamiento del discurso en la plataforma política de la oposición venezolana, donde sus gestiones en lo local son nefastas, donde sus gestiones en los 3 estados que controlan son fatales y atentan contra la tranquilidad del pueblo venezolano. Debemos tomar en cuenta que es momento de quebrar la polarización, de hacerle ver que no tienen proyecto de Patria, que no garantizan la unidad de los pueblos.
Ante ese retroceso de sus cuadros políticos, de sus estructuras organizativas y de su discurso, sin duda hay un desplazamiento y se genera un espacio donde hoy día decimos: El pueblo va en su avance avasallante, no hay vacíos en el Universo, no hay vacíos en política, cualquier fuerza que retroceda no tenga duda que será ocupada por las fuerzas emergentes y en desarrollo.
Hoy podemos decir ante la debacle de la derecha que, este III Congreso y la unidad de los revolucionarios marcan el avance indetenible de la Revolución Bolivariana y del PSUV como fuerza predominante que junto al pueblo, al Gran Polo Patriótico (GPP) y todas las fuerzas revolucionarias van a seguir garantizando la construcción de una Patria Soberana.
Luis Figueroa
@luiscar07791492
