Análisis
La presencia del Señor Juan Guaidó en el escenario donde el Presidente de los EEUU de Norteamérica Donald Trump dirigió el mensaje anual a la Unión (Martes 4 de Febrero) así como el trato dado a ese personaje siniestro, reafirma la disposición política de la élite gobernante imperial de continuar con su estrategia de derrocamiento del Gobierno Bolivariano. De esto no puede haber duda, ni debe abrigarse ningún tipo de esperanzas e ilusiones contrarias. Lo más previsible es que de ganar la reelección, Donald Trump, envalentonado como seguro estará, arreciará el despliegue de los elementos centrales de su estrategia, poniendo el énfasis en el estrangulamiento de nuestra economía y el desgaste de la capacidad de nuestro Gobierno para estabilizar el crecimiento y la estabilidad económica. Sin que, por ello, descartemos totalmente la posibilidad de la intervención militar directa o indirecta, esta última, a través de sus aliados en América Latina.
La respuesta del Alto Gobierno Bolivariano a esta jugada política imperial fue la más correcta. La rueda de prensa-reunión con la presencia del Canciller de Rusia Serguéi Lavrov y los factores políticos de la Mesa de Negociación con la oposición democrática (Viernes 7 de Febrero) envió varios mensajes al mundo y al país nacional que deben resaltarse, veamos:
- Recalcó que el conflicto se inscribe en la geopolítica mundial y que Rusia es el principal aliado estratégico de Venezuela en las actuales circunstancias. La presencia del canciller ruso equivale a la presencia del Presidente Putin.
- Mostró al mundo que en Venezuela existe una oposición democrática, que además de jugar en el terreno electoral, rechaza la agresión imperial contra nuestra Nación, y cree en la necesidad de que las contradicciones políticas internas que existen, sean resueltas por los actores nacionales sin tutelaje ni intervención de potencias extranjeras.
- Fue una reafirmación de que el camino para resolver tales diferencias e intentar (desde su punto de vista e intereses) un cambio en las relaciones de poder es de tipo electoral, excluyendo de esta ecuación la violencia política.
- Un contundente rechazo a las llamadas sanciones económicas imperiales que pretenden arruinar la economía y continuar causando daños y sufrimientos al pueblo venezolano, en tanto que estrategia perversa para presionar el derrocamiento del Gobierno.
Es importante destacar el papel que en esta audaz respuesta jugaron los factores de la oposición democrática. En mi opinión su presencia en esta rueda de prensa-reunión constituyó un acto de valentía política que conviene reconocer, en aras de fortalecer el piso democrático de la Nación. Además, el mensaje político del vocero opositor fue claro al rechazar cualquier forma de intervención en los asuntos políticos de Venezuela, por cierto, quien en Mayo de 2018, planteó la dolarización total de nuestra economía como solución a la crisis generada por la guerra económica imperialista.
Así es la política, quienes ayer guardaban silencio frente a las agresiones imperiales y su macabra evolución, hoy se oponen y la condenan sentados en una misma mesa con factores del Gobierno Bolivariano. Y al ser hoy esta contradicción EEUU- Nación venezolana la contradicción principal del momento político, que debe resolver la Revolución Bolivariana, no queda duda que estos factores opositores se convierten en ALIADOS ESTRATÉGICOS de las fuerzas políticas que sostienen a nuestro Gobierno.
Nada de extraño tiene que esto ocurra. Hay muchos ejemplos en la lucha política de innumerables naciones. Recordemos solo a China durante la última invasión japonesa y la alianza del General Chiang Kai-Shek con Mao Tse Tung, a pesar de las crueldades cometidas por el primero contra las tropas del ejército y del Partido Comunista, ambos convinieron en aliarse estratégicamente para derrotar al poderoso imperialismo japonés. Para Chiang y Mao, el enemigo principal a vencer fue el agresor Japonés y para alcanzar este objetivo estratégico del cual dependían otros, fueron lo suficientemente inteligentes para aliarse durante varios años.
Al aliado estratégico hay que darle un tratamiento acorde con lo que representa. Mas cuando el enemigo principal estadounidense ha ratificado su mensaje guerrerista que nos permite deducir que no está dispuesto a avalar ningún proceso político por muy democrático y transparente que sea, pues su firme objetivo es acabar con la Revolución Bolivariana.
Hablo de trato acorde a los aliados estratégicos para salirle al paso a las expresiones de un cierto infantilismo de izquierda que no entiende, a veces, los peligros que encierra la presente coyuntura política, que nos mantiene enfrentados a la mayor y más agresiva potencia industrial, diplomática y militar del mundo. No tiene ningún sentido golpear permanentemente al aliado, que en una hora como la actual, es capaz de desmarcarse de las agresiones imperialista asumiendo una posición de defensa de la soberanía patria. La política y los asuntos del Estado requieren de mucha madurez para interpretar correctamente su desarrollo en el tiempo y el espacio. Hoy, todo el que se oponga a la ofensiva imperial contra la patria debe ser considerado un patriota, un valiente ciudadano que demuestra amor por su país, por la tierra en que nació y creció, y como tal debe ser tratado por quienes detentamos posiciones de poder. En esto no podemos darnos el lujo de equivocarnos o jugar al tremendismo político inútil.
Saber distinguir la contradicción principal de las contradicciones secundarias, saber cuál es el aspecto principal de una contradicción, es condición indispensable para poder resolverla correctamente, esta enseñanza maoístas es vital para encarar el difícil momento que vive nuestra Patria.
Rodolfo Sanz.-
@RodolfoSanzPsuv
