Análisis
Por: Eduardo Piñate R.
Estamos en la semana conmemorativa de la revolución popular, cívico-militar, del 13 de abril de 2002. Han pasado 19 años de aquellos eventos que se desencadenaron con el golpe de Estado del 11 de abril de ese año, mediante el cual derrocaron al gobierno Constitucional y legítimo del Comandante Hugo Chávez e instauraron un régimen que en menos de 48 horas desconoció la Constitución Nacional, eliminó todos los poderes públicos y desató una feroz represión contra el pueblo y todo lo que se pareciera al Chavismo. Exactamente 47 horas estuvieron en el gobierno los golpistas, encabezados por la cúpula empresarial de Fedecámaras (que pretendió que su presidente, Pedro Carmona Estanga, sería el “presidente” de Venezuela), la traidora y desclasada dirección de la CTV, la Conferencia Episcopal Venezolana, es decir, la alta jerarquía de la iglesia católica, que abandonó hace mucho los preceptos de amor al prójimo y especialmente a los pobres que son esencia de la doctrina cristiana, y un batallón de generales y almirantes traidores a la Patria y a su juramento. Toda esa fuerza, dirigida desde los EEUU por la élite imperialista, se apropió del gobierno y pretendió instaurar un régimen fascista, basado en la represión y la entrega de nuestro país a las transnacionales.
Bastaron apenas 47 horas para que el pueblo venezolano mostrara al mundo una de las más grandes fortalezas de la Revolución Bolivariana: la unión cívico-militar. Pueblo y Fuerza Armada juntos, hoy somos un solo pueblo civil y uniformado en perfecta unión cívico-militar-policial. La revolución del 13 de abril del año 2002 es el resultado del desarrollo de la conciencia revolucionaria y democrática de nuestro pueblo y del nivel de organización y capacidad de acción que teníamos para aquel momento. Nuevos desafíos en todos los terrenos hemos enfrentado en estos 19 años, en el marco de la guerra no convencional que el imperialismo y sus lacayos lanzaron para destruirnos, pero no pudieron con nuestra moral y dignidad. Frente a las amenazas y los desafíos de hoy respondemos con más conciencia bolivariana y socialista, más organización, mayor capacidad de lucha y mayor voluntad de vencer. Han hecho de todo para lograr sus objetivos y no han podido, ni podrán, con la estirpe de los hijos e hijas de Bolívar y Chávez. A 19 años de la Revolución del 13 de abril seguimos venciendo.
Caracas, 11 de abril de 2021
