Análisis
En medio de un complejo contexto político marcado por agresiones imperiales que afectan a los venezolanos, las calles se convierten en el escenario donde la esperanza se manifiesta en respaldo al presidente Nicolás Maduro. Para muchos, él encarna la firmeza y el compromiso con la idea bolivariana y el legado del comandante Chávez. Como conductor de victorias, con gran capacidad de diálogo en pro de la paz, su profundo amor por el pueblo, su honestidad y su genuino espíritu enfocado en un proyecto histórico despiertan sentimientos de respaldo y confianza.
La esperanza se hace evidente tras vivir un proceso histórico de postulación en cada rincón del país. En todas las calles, comunidades y UBCH, en cada una de las parroquias y municipios, podemos afirmar que cuenta con el respaldo legítimo de las bases del PSUV, gracias al gran consenso nacional alcanzado, la unidad monolítica del Gran Político Simón Bolívar que en un apoteósico acto en la Ciudad de Caracas confirman su respaldo indiscutible al presidente Nicolás Maduro. Además, todos y cada uno de los sectores y movimientos sociales que ahora se aglutinan en el Gran Movimiento Futuro que acaba de nacer, movimiento que busca hacer realidad los sueños de la mayoría de los venezolanos de construir un futuro mejor.
La esperanza se manifiesta en las calles, pues sabemos que el presidente Chávez no se equivocó; lo ha demostrado con determinación. Hoy lo vemos con más experiencia, siguiendo milimétricamente el plan de la patria heredado del comandante Chávez. Además, ha puesto en marcha las 7T para abrir un gran debate nacional y permitir que todas las personas, sin importar su convicción política, ideológica o religiosa, puedan alzar la voz y contribuir a trazar la hoja de ruta que nos conducirá a un futuro próspero para el bienestar de nuestros hijos.
La esperanza se manifiesta en las calles al haber sorteado el bloqueo y al empezar a notar signos de mejoría económica que hoy todas y todos manifestamos en la calle; señales que alimentan la fe en un futuro mejor. Se reconoce el valor de lo hecho en Venezuela y se percibe un cambio en la percepción de los intereses que mueven a la sociedad.
La esperanza está en la calle, pues hemos sido testigos de la efectividad del gobierno del presidente Nicolás Maduro a través de la aplicación tecnológica soberana VenApp. El Gobierno Bolivariano da un salto cualitativo para que el pueblo ejerza de manera directa y protagónica su derecho a transformar la realidad en la comunidad y avanzar hacia el vivir bien, dejando atrás las heridas de la guerra multiforme que han impedido el mantenimiento de servicios públicos, debido al bloqueo financiero que sufre la nación por parte del gobierno estadounidense.
Es importante destacar las palabras del Presidente Maduro, quien enfatiza que esta elección trasciende colores, nombres o individualidades. Se trata, más bien, del derecho al futuro, a existir, a la vida y a tener Patria; en resumen, es la esperanza hecha pueblo.
En medio de este escenario, se observan opiniones diversas con relación a las 13 candidaturas presentadas por 37 organizaciones políticas ante el concejo nacional electoral; se comentan las fortalezas y debilidades de cada una ellas. Sin embargo, ya se siente con mucha fuerza que el presidente Nicolás Maduro será el ganador indiscutible. Millones de personas ven en él una figura esperanzadora y comprometida con el país.
Finalizo diciendo que nos preparamos para enfrentar una nueva campaña en defensa de la Revolución Bolivariana. No olvidemos que estará en disputa dos modelos: el modelo de la motosierra que busca privatizar todo y que hoy apoyan los enemigos de siempre: la oligarquía, los que aborrecen al pueblo, los apellidos; los que defienden los intereses imperiales y detestan a Chávez; y el modelo que garantizará la mayor suma de felicidad a nuestro pueblo que hoy dirige el presidente Nicolás Maduro. Tenemos plena confianza en que bajo su liderazgo garantizaremos una gran victoria popular y estaremos cumpliendo con el legado del comandante Chávez.
Por Jhorman Vargas Ramos
